25 oct 2011

Todo el mundo se pone triste, a veces.



¿Estás bajo de ánimos, sin ganas de nada, triste? Sí es así, no estás solo. Todo el mundo se pone triste a veces. Sí, todo el mundo, todas y cada una de las personas que conoces. Algunas personas se ponen tristes sólo de vez en cuando, mientras que a otras les asalta la tristeza más a menudo. Más de la mitad de los adolescentes atraviesan un periodo de tristeza por lo menos una vez al mes y a bastantes niños les ocurre lo mismo.
Cuando uno está triste, puede tener la sensación de que ese sentimiento va a durar siempre, pero generalmente la tristeza no dura mucho -unas horas, o tal vez un día o dos.

Estar triste de vez en cuando es algo completamente normal. Tal vez no hayas logrado algo que deseabas con todas tus fuerzas. Tal vez echas de menos a alguien. Tal vez alguien que te cae muy bien no quiere ser tu amigo y eso te duele. O quizás padezcas una enfermedad o un trastorno que te impide hacer cosas que te gustaría hacer, o que te hace sentirte diferente de tus amigos. Hay muchos motivos por los que una persona puede sentirse triste.
La mayoría de las veces, la tristeza se debe a una pérdida o separación, a un cambio difícil, a que hay algo que nos ha decepcionado o a problemas de relación.

Las relaciones suelen aportar alegría y diversión la mayor parte del tiempo. Pero la tensión y los conflictos en las relaciones importantes, o la ruptura de una relación también pueden ser motivo de tristeza. Muchos niños se pelean con otros miembros de su familia, especialmente con sus padres, mientras crecen y luchan por ganar cada vez mayor independencia.
La gente suele experimentar tristeza cuando tiene algún problema con sus seres queridos, o cuando recibe muchas críticas y reprimendas. Se puede discutir por motivos tan diversos como el dinero, la ropa, el corte de pelo, los estudios o los amigos, y este tipo de discusiones también pueden provocar tristeza. En tu centro de estudios, los problemas que puedas tener con los profesores y el hecho de sacar malas notas también pueden hacer que te sientas triste.

Todo el mundo, se trate de un niño, un adolescente o un adulto, se puede deprimir. Es muy importante que una persona deprimida, independientemente de la edad que tenga, pida ayuda. Si lo hace, tardará menos en encontrarse mejor. A veces el tratamiento sólo implica hablar con alguien que lo sabe todo sobre la depresión. A veces la medicación puede ayudar a curar la depresión, y otras veces se necesitan ambas cosas.

Si crees que puedes estar deprimido o simplemente no hay forma de quitarte la tristeza de encima, es importante que hables con un adulto sobre ello: uno de tus padres, otro familiar, un médico, un profesor, el psicólogo escolar, tu entrenador u otro adulto de confianza. Recuerda que siempre habrá alguien que estará dispuesto a escucharte cuando estés triste o deprimido -alguien que te podrá ayudar.

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